Después de dos años y tres meses, Natalia Muarer Díaz ha recurrido a todos los medios de comunicación posible para hacer pública su historia de lo que llama el robo de sus tres hijos por parte de su ex esposo Enrique Veana Urueta, empresario poblano a quien acusa de comprar la justicia poblana.

A través de una página de internet, así expone su caso “Soy Natalia Maurer Díaz, todo inicio con un matrimonio con Enrique Veana Urueta, después de un noviazgo de casi seis años. Con el paso del tiempo, salen a flote situaciones que cuando tú crees que hay amor, no son problema, pero cuando no lo hay, se convierte en un infierno; como bien dicen, se necesitan dos para que una relación funcione, y aunque mi intención de conservarla fue constante no bastaba solo eso”.

Posteriormente, explica “Como consecuencia vino un divorcio, doloroso y a la fecha sigo sufriéndolo, no solo por la pérdida que como ser humano significa, si no principalmente a ello, se suma la pérdida de mis tres hijos. Situación que no tendría por qué estar mezclada ya que sólo me separe del padre…. Mis hijos son mi vida y son para siempre…… simplemente SON PARTE DE MI ¡!! Y así les día a luz a cada uno de ellos... siendo parte de mi.

La afectada indica que desde el tiempo antes señalado sus hijos Enrique, Natalia y Camila Veana Maurer están en poder de su papá porque los raptó y no los ha vuelto a ver.

Agrega “continúo insistiendo por todos los medios, legales, y humanos hablar con Enrique, finalmente alguna vez estuvimos juntos y como padres que somos, dimos vida a tres hermosos seres humanos que necesitan de el amor, apoyo y fortaleza de su madre.

En estos años, he aprendido y luchado con todas mis fuerzas, por mis tres grandes tesoros: ENRIQUE, NATALIA, CAMILA VEANA MAURER, que son mi aire, mi motor, mi energía y gracias a ellos sé que la vida vale la pena”.

Después de ganar litigios en juzgados locales reclama que la justicia poblana no ha regresado a sus hijos, por eso ha colocado diversos espectaculares en diversos puntos de la capital para hacer su reclamo de ver a sus hijos.