Por influyentismo, negligencia o cualquier otro aspecto, en Puebla sus habitantes comienzan a pedir justicia de manera pública, para evitar aquella impunidad que ha existido desde antes de Cristo.

Es por ello, que la señora Natalia Maurer Díaz Barriga, se atrevió a publicar y pagar un espectacular en la zona de Angelópolis, el cual puede ser visto justamente cuando uno desciende del puente cuyo carril desemboca con sentido a dicho lugar.

El texto no tiene pierde: “Enrique Veana. No te escondas. Devuélveme a mis hijos.

Sr. Gobernador Pido Justicia. AP 0020/2007. www.conocemihistoria.com.mx”.

Consultando la dirección a la que hace referencia la quejosa, se puede uno enterar de la enorme corrupción que impera en nuestro sistema de administración de justicia, resultado del tráfico de influencias en este caso del empresario Enrique Veana Orueta, con políticos poderosos.

No soy nadie para juzgar la vida ajena de las personas, pero cuando leo y releo toda la porquería que ha hecho este empresario para tener a sus hijos, simplemente llego a la misma conclusión: tráfico de influencias y un pésimo sistema de administración de justicia.

Ojalá no tengamos necesidad de recurrir comúnmente a este tipo de exigencias, toda vez que deja entrever que algo está mal.

Y es que cuando estamos sedientos de justicia, a veces nos Orillan a hacer las locuras más inesperadas e inimaginable