Dos años y siete meses de impunidad. Natalia
Maurer Díaz denunció públicamente que en Puebla las leyes no se hicieron
para cumplirse, ya que las autoridades judiciales locales no han hecho
cumplir una resolución dictada el 13 de diciembre de 2007, por el juez
federal primero de lo familiar.
Pues esa orden va dirigida al
Poder Judicial en Puebla para que actúe en contra de su ex marido,
Enrique Veana, para que dicho empresario dueño de la cadena de tiendas
que lleva su apellido, le regrese la custodia de sus tres hijos: de 8,
11 y 14 años de edad.
Pero aparte hay una orden de aprehensión
con fecha 30 de marzo de 2009, que se originó de la averiguación previa
que tramitó, la número AP-3016/2008/NORTE, en contra de Enrique Veana
por el delito de sustracción de menores, eso a consecuencia de no
regresar la custodia de los niños, misma que tampoco se ha hecho valer.
Además
de eso hay otra orden aprehensión en contra de la madre de Enrique,
Norma Orueta Castro y/o Norma Orueta de Veana, con fecha 3 de abril de
2009, correspondiente al proceso número 40/2009, por falsedad de
declaraciones, pues esta acusó a su ex nuera de loca y drogadicta.
Natalia
Maurer asegura que el incumplimiento pone en evidencia que su ex esposo
–quien guarda especial amistad con el secretario de Desarrollo Social
en Puebla, Javier López Zavala- ha comprado a funcionarios del gobierno
estatal, directamente del Tribunal Superior de Justicia, pues no hay
otra razón para no hacer valer los ordenamientos legales.
Aún
por lo que ha tenido que pasar, confía que la escuchará el gobernador
Mario Marín para que sea directamente él quien ordene que se haga
cumplir la ley para que ella pueda volver a ver a sus hijos Camila,
Natalia y Enrique Veana Maurer, a quienes perdió de vista desde hace
casi tres años que se divorció del empresario.
Sobre el tema,
Oscar Gutiérrez Santos, abogado de Natalia, comentó que su cliente ganó
la custodia de los niños. No obstante, Enrique Veana se ha valido de
‘triquiñuelas’ jurídicas para alargar el procedimiento jurídico,
específicamente para acusarla de no estar bien de sus facultades
mentales, por lo que no podría cuidar a sus hijos.
Peor todavía,
comentó que los niños son manipulados por sus abuelos paternos, ya que
la última ocasión que los pudo ver de lejos, estos la llamaron cínica,
además de otro tipo de insultos, razón por la cual procedió contra su ex
suegra, de quien también hay una orden de aprehensión.
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