domingo, 9 de marzo de 2014

Dos años y siete meses de impunidad. Natalia Maurer Díaz denunció públicamente que en Puebla las leyes no se hicieron para cumplirse, ya que las autoridades judiciales locales no han hecho cumplir una resolución dictada el 13 de diciembre de 2007, por el juez federal primero de lo familiar.

Pues esa orden va dirigida al Poder Judicial en Puebla para que actúe en contra de su ex marido, Enrique Veana, para que dicho empresario dueño de la cadena de tiendas que lleva su apellido, le regrese la custodia de sus tres hijos:  de 8, 11 y 14 años de edad.

Pero aparte hay una orden de aprehensión con fecha 30 de marzo de 2009, que se originó de la averiguación previa que tramitó, la número AP-3016/2008/NORTE, en contra de Enrique Veana por el delito de sustracción de menores, eso a consecuencia de no regresar la custodia de los niños, misma que tampoco se ha hecho valer.

Además de eso hay otra orden aprehensión en contra de la madre de Enrique, Norma Orueta Castro y/o Norma Orueta de Veana, con fecha 3 de abril de 2009, correspondiente al proceso número 40/2009, por falsedad de declaraciones, pues esta acusó a su ex nuera de loca y drogadicta.

Natalia Maurer asegura que el incumplimiento pone en evidencia que su ex esposo –quien guarda especial amistad con el secretario de Desarrollo Social en Puebla, Javier López Zavala- ha comprado a funcionarios del gobierno estatal, directamente del Tribunal Superior de Justicia, pues no hay otra razón para no hacer valer los ordenamientos legales.

Aún por lo que ha tenido que pasar, confía que la escuchará el gobernador Mario Marín para que sea directamente él quien ordene que se haga cumplir la ley para que ella pueda volver a ver a sus hijos Camila, Natalia y Enrique Veana Maurer, a quienes perdió de vista desde hace casi tres años que se divorció del empresario.

Sobre el tema, Oscar Gutiérrez Santos, abogado de Natalia, comentó que su cliente ganó la custodia de los niños. No obstante, Enrique Veana se ha valido de ‘triquiñuelas’ jurídicas para alargar el procedimiento jurídico, específicamente para acusarla de no estar bien de sus facultades mentales, por lo que no podría cuidar a sus hijos.

Peor todavía, comentó que los niños son manipulados por sus abuelos paternos, ya que la última ocasión que los pudo ver de lejos, estos la llamaron cínica, además de otro tipo de insultos, razón por la cual procedió contra su ex suegra, de quien también hay una orden de aprehensión.

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